En la noche encontre una estrella
Me encontraba saliendo del reino de la desolación perpetua, un nombre bastante funesto pero no era para mas, pues es el mas frió de los 6 reinos.
Ya me encontraba a una distancia de 6 días de la ciudad capital de Andorl del reino de la desolación perpetua y mi destino se encontraba a unas 10 noches de distancia a marcha veloz, andaba a pie pues mis caballos los tuve que dejar atrás, los hombres que me acompañaban en esta empresa fueron menguando ante el tortuoso camino y otros mas desertaron ante las atrocidades que vendrían.
Solo en la oscuridad de la noche ni una estrella se atrevía a salir apenas unos rayos de luna acariciaban los mantos de la eterna noche y rebotaban en los estribos del camino tal como caricias de viento sobre un follaje vacilante. Apure el paso, esa noche a la lejanía podía observar las pequeñas villas de el mas lejano de todos los reinos y al cual mis pies estaban renuentes a entrar.
Estaba a una noche de camino de aquellas villas, ahora parecían dos rocas en medio de un furioso mar tan visibles como 2 estrellas en una noche careciente de luna. Arme mi pequeño asentamiento bajo una gran sauce de enormes ramas de texturas rocosas saque de mis pertrechos una pequeña ánfora la cual me traía recuerdos de los días memorables de mi casa, aquellos días de eterno clamor en el que nos batíamos en los campos de batalla “gloria al valiente” vetusto honor al guerrero, aquellos aciagos días tan lejanos, ya las lagrimas rondan mis rostro y esos haces de luz que antes iluminaban el camino ahora destellaban en las lagrimas que emanaban copiosas añorando los días de guerra clamando por empuñar la espada, y mi frente que parecía estar sin su temple antiguo ahora desnuda sin un yelmo que acompañase sus días.
El sol había salido hace algunas horas y comenzaba a abrir mis ojos, entre sueño y realidad me pareció ver un gran lobo enfrente de mi, por lo cual desperté con sobresalto desenvainando mi daga y retrocediendo algunos pasos el animal inmutable mantuvo su postura y me miro con una penetrante mirada que helo mi corazón, de pronto se me ocurrió llamarlo “señor lobo”
-¿o gran señor lobo por que osa menguar el sueño de un viajero en estas tierras de grandes peligros?- decía estas palabras mientras por dentro esperaba con daga en mano una represalia a causa de este majestuoso animal
el animal se incorporo y dijo
-¿lobo?, Insensato que acaso no reconocéis un dios cuando lo tenéis enfrente, os debería castigar por vuestra insolencia, creo que me comeré una de vuestras manos-enseño sus dientes
Pronto perdí casi todo el miedo pues al menos esta deidad parecía escuchar antes de actuar, por lo que decidí dialogar con el
-¿O gran señor, con todo vuestro poder os molestarías en quitarle a un simple artesano la herramienta de su trabajo?-
El animal volvió a sentarse y dijo
-Os daré una oportunidad mostradme vuestro trabajo joven artesano y si me complace y me satisface en todo mi ser, os dejare vivir, pero e aquí el problema yo no soy un dios generoso o bondadoso, soy un dios de ira y poder así que mas vale que vuestra obra sea prodigiosa tanto como vuestra lengua lo es ahora-
se acostó en posición felina y me observo, pero ahora yo que lo e perdido todo no temo a un dios rencoroso, yo que tantas veces había sido dotado por estos seres seria castigado pues mi destino ya no me importaba a lo cual saque mi daga y empecé a decirle
-O dios de ira y poder, debo mencionar que yo soy un artesano de la sangre y la muerte, un coloso de la guerra y lo único que ser hacer es matar-termine la frase con tono fuerte y mientras lo decía las pupilas de el dios se abrieron exorbitantemente
-protervo- aulló
y se abalanzo hacia mí, lo esquive sin problemas y despues de una acometida de enorme fulgor el frenesí dominaba de nuevo mi cuerpo y mis manos daban tajos tal cual pintor da pincelazos y entre aullidos y gritos golpes y maldiciones me encontraba hincado todo bañado en sangre con la cabeza de aquel dios frente a mis rodillas y sus ultimas palabras fueron
- hijo de la luna.................-un suspiro colapso en su vos y el aire se llevo su esencia, los árboles susurraron y las nubes se juntaron a observar, los animales del bosque cercano huían en desbanda y el cielo se tenia de rojos purpúreos, un dios había caído.
La noche llegaba de nuevo sin estrellas y sin luna una noche de oscuros pesares, la penumbra cubría hasta al mas fuerte de los brillos.
Trotaba a un paso veloz pues no hacia falta que los rallos de luna me mostraran el camino pues la villa estaba bastante cerca y pareciera como si todo lo que estuviera en mi camino huyera o se abriera a mi paso, los animales se helaban inmóviles, los árboles estáticos como hechizados por el invierno, las rocas parecían rodar fuera de mi camino y susurros se perdían lejos en las sombras. La noche tocaba a su fin y llegue a una empalada que circundaba una establo famoso por el linaje de sus caballos, me pose sobre uno de los maderos de la empalada esperando a que el dueño cruzase por ahí, mientras observaba el despertar del pueblo el alba llegaba escoltada por clarines tocados desde las nubes y acompañado por falanges de niebla, Era todo un grato momento ver como los rallos de alba rebotaban sobre los techos de paja y los muros de adobe brillaban en fuertes tonos rojos, finalmente una joven mujer de unos escasos 13 inviernos salió de los establos y corrió hacia una esquina del establo donde esta postrada una gata preñada, la niña la veía y lloriqueaba, agudice mi oído y alcance a percibir una conversación:
-madre algo le pasa a ferksa esta inflada y parece tener dolor-la niña lloraba al respecto
la madre salió y observo al animal pero si el humano es prejuicioso, no quiso abrirle los ojos a la niña por lo cual solo le dijo
-esta enfermita pronto se curara, anda ve a ayudar a tu padre con los caballos
La madre se perdió en los establos. La niña que seguía insistiendo en la salud del animal se sentó sobre la gata de un salto, expulsando a los pequeños felinos fuera de la madre en ese memento rompí a reír, una carcajada enorme, hacia muchos inviernos que no reía mientras lo hacia la niña corrió hacia donde su madre las dos regresaron a donde el animal, que había muerto como también sus felinos, con una sonrisa dije
-buen albor- el saludo de las tierras de donde yo vengo
-buenos días, extranjero que os trae a estas tierras-dijo la madre turbada
-Vengo a comprar un tormenta de arena-que era el nombre que recibían los mejores caballos de los 6 reinos
-lo siento extranjero pero solo queda 1 caballo de ese linaje y es el caballo de mi esposo-dijo celosamente
-lamento escuchar eso noble dama pero entonces lo tomare a la fuerza-fruncí el ceño
Entre y tome el caballo, veloz fue mi partida haciendo honor al caballo fue como una tormenta de arena, abriéndose paso entre sendas y veredas. Estaba a 7 noches de mi destino, pero algo grande paso ante mi esta noche pues me encontraba ante el máximo galope, sesgando los vientos, las formas a mi alrededor ya carecían de forma lo único que podía ver era el cielo de nuevo sin luna y sin estrellas después de que la noche se volvía cada ves mas anciana vi una estrella sobre una loma, lo cual me pareció un presagio, tal ves de mi madre, al llegar a la parte donde se veía al otro lado de la loma mi caballo freno y se hecho en relinche, retrocedió y casi caigo de el, mi corazón se detuvo unos instantes, mi sangre se congelo, mi pelo se erizo, mi espina tembló, el miedo llego. Nunca antes había sentido este miedo, que devoraba mis pupilas pues tras esta loma estaba mi madre luna en su mas grande forma, una luna llena que brillaba mas allá de cualquier comprensión humana, parecía que no iba a poder vengar la muerte de mi amada, pues ahora mi madre parecía reprochar mis actos a lo largo de este camino. Asentí mi castigo, baje de mi caballo, me hinqué abrase por ultima ves el medallón de mi amada y dije
-buenas lunas- cerré mis ojos y comencé a sollozar, esta sangre que bajo mis manos pesa......
Pronto una doncella con un yelmo plateado, cabellos de plata y un vestido de tonos oscuros se acerco a mi, me tomo de la barbilla me alzo el rostro, me beso y me fundí en eterna pasión el sollozo cambio por un sentimiento de brío y cuando al fin desperté de ese eterno beso descubrí que agonizaba bajo la misma lanza que porta mi madre en la caza eterna.
FIN
1 Comments:
Bastante frenetico un poco corto, es un fragmento o es todo el texto original?
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